Rápido se difunde por Europa la tarea del apóstol en Hispania. Ya no solo por la presencia cierta de textos que avalan esta tarea sino por la importancia que para la cristiandad tenía España. No existían hasta el momento documentos que certificasen que en España algún apóstol hubiese llevado tareas evangelizadoras y como indicábamos la importancia de esta zona para la cristiandad era tal que no favorecía que ningún discípulo de Jesús llevase a cabo tareas evangelizadoras.
España en este período tiene un enemigo en el pueblo musulmán y en su actitud invasora. Santiago se convertirá en el Santo protector contra el infiel. La España cristiana con el Apóstol Santiago como aliado se convertirán en los salvadores de la cristiandad. Así nace el protagonismo definitivo del Apóstol.
Santiago se convierte en patrón y salvador de España, a él se le invoca para que proteja al pueblo, al rey, al clero en la lucha contra el enemigo musulmán y de esta forma mantener la cristiandad. (Referencias a estos hechos se encuentran en el Comentario al Apocalipsis del Beato de Liebana).
España era en ese momento un estado que luchaba en afianzarse como tal, el apóstol Santiago como patrón y figura a la que invocar en busca de la victoria final frente al invasor, se convertía en una necesidad, en un aliado a favor de la cristiandad.
La labor evangelizadora de Santiago en España, es aprovechado por el pueblo para buscar el apoyo y con su ayuda poder preservar a España y confirmar la cristiandad del pueblo.
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